jueves, 11 de noviembre de 2010


La lluvia resbala en el cristal, mis ojos se posan fijos en el suelo, viendo las gotas fundirse con él. Me mantengo inmóvil, no soy capaz de pensar, los dias pasan, supongo que quedarse parado es lo más cómodo, pero también lo peor, y no quiero hexar un vistazo al "carpe diem" , porque no soy capaz de ver lo que quiero o no quiero perder el tiempo arriesgándome para luego arrepentirme.. No sé si esto es entendible, y sí... huele a kakota, sigo con mis miedos y mis "y sis...". Pero también quiero salir de esto, tener ciertas cosas claras y saber poder arriesgar, como aquella vez... sabiendo que lo quería de verdad..

1 comentario:

  1. En ocasiones, sabemos a ciencia cierta lo que queremos o deseamos. No tenemos ninguna duda y nos lanzamos a por ello. Esto sería lo ideal, pero por desgracia no es algo frecuente.

    Sin embargo, a menudo no estamos seguros al 100% y es imposible estarlo. En eso consiste la palabra "riesgo" y me atrevería a decir que incluso la vida. Puede salir bien o no, puede ser lo que esperabas o no. ¿Seguridad? Ninguna, de lo contrario no sería un riesgo.

    Aunque depende de la decisión, en la mayoría de los casos se trata de llegar a un acuerdo entre mente y corazón y elegir qué puede ser lo más beneficioso para nosotros.

    Recuerda, no tengas miedo, porque ¿sabes qué lo da más aún? El decir la siguiente frase: "Pude y quería hacerlo, pero no lo hice". No te invito con esto a que hagas todo lo que se te ocurra, pero sí a atreverte a ello cuando lo consideres oportuno.

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